Justicia Climática para América Latina, el Caribe y los pueblos del mundo
Septiembre de 2017
Amigos de la Tierra de América Latina y el Caribe -ATALC- lamenta profundamente la catástrofe que viven nuestros pueblos afectados por la crisis climática. El Huracán Irma y la destrucción que se produjo a su paso en varios países de la región, al igual que otros fenómenos que se pretenden mostrar como naturales, son el resultado de las relaciones de producción y consumo del sistema capitalista neoliberal. Se trata de nuevas alertas sobre los graves peligros que entrañan las relaciones de poder de dominación que este sistema ha impuesto a la naturaleza y a los pueblos.
El terremoto en México también nos embistió, y dejó muerte, dolor, destrucción y más desplazados. Como siempre, los más afectados son los sectores sociales desposeídos, los más empobrecidos desde un punto de vista económico. Al interior de nuestros países se reproducen las mismas injusticias que en la escala global, donde los países del Sur del mundo sufren los impactos del modelo arrasador del Norte rico e industrializado.
Denunciamos la injusticia climática que se acrecienta con las definiciones de los escenarios multilaterales en los que no se tiene en cuenta la responsabilidad diferenciada de los países del Norte y el Sur Global por la crisis. Se siguen entregando garantías al modelo corporativo transnacional para avanzar en sus prácticas destructivas.
Rechazamos las políticas globales que buscan avanzar en la privatización, mercantilización y financiarización de la naturaleza, con falsas soluciones al cambio climático que buscan asegurar el modelo de consumo del Norte global y perpetuar las ganancias de las grandes corporaciones transnacionales.
Nos solidarizamos con los pueblos mexicano, haitiano, cubano, y en general con todos los que han sido despojados históricamente de sus territorios y bienes comunes por las imposiciones del sistema, y que actualmente, además, sufren el rigor de una crisis climática que no provocaron. También sufren los cambios impuestos por el extractivismo, la agroindustria y el modelo de economía verde, que con la financiarización de la naturaleza, e instrumentos como REDD y el Pago por Servicios Ambientales, agudizan la crisis y destruyen la gestión comunitaria y democrática de los bienes comunes.
Consideramos que las soluciones de los pueblos son hoy la única posibilidad de revertir la catástrofe a la que nos enfrenta el sistema capitalista de producción y consumo: la soberanía alimentaria, la agroecología, el manejo comunitarios de bosques, el manejo público – comunitario del agua, la soberanía energética, son caminos de construcción popular y nuestra posibilidad para el cuidado y la preservación de la vida.
Como organización en búsqueda de la justicia ambiental, social y de género, acompañamos a las y los afectados en las últimas semanas y nos ponemos a disposición de acompañarles en lo que sea necesario y a nuestro alcance, siempre apelando a la solidaridad internacional articulada y efectiva.
Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe (ATALC)
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