Nuevo podcast: “Ojos que no ven, corazón que siente”

¿Las expresiones despojo, desplazamientos forzados, persecuciones, apropiación de bienes naturales, acaparamiento de tierras, envenenamiento del agua y la tierra, militarización, te suenan familiares? Se pueden definir, pero ¿cómo se viven?

Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe presenta “Ojos que no ven, corazón que siente”, un podcast que repasa las luchas de los pueblos del mundo para parar la impunidad de las empresas transnacionales.

¿Cuánto daño es suficiente para decir basta? ¿Cuántas cortes internacionales, cuántos juicios locales, son suficientes para parar la impunidad empresarial? ¿Cuántas trabajadoras y trabajadores, y comunidades afectadas, expulsadas de sus hogares, enfermas y duelando a sus familiares? ¿Cuánta tierra más veremos morir?

En el primer episodio presentamos un resumen de los diez años de negociaciones que se cumplen este 2024, en el Consejo de Derechos Humanos de ONU, por un instrumento internacional que obligue por ley a las empresas transnacionales a respetar los derechos humanos.

Te invitamos a escuchar hoy “Legal y obligatorio: una historia contra la impunidad empresarial”.


Segundo episodio: “60 mil millones de litros de agua tóxica”

De 1964 a 1990 la empresa transnacional petrolera Chevron (ex Texaco), derramó 60 mil millones de litros de agua tóxica y 108 millones de litros de petróleo crudo en las provincias amazónicas de Sucumbíos y Orellana, en la mayoría de los casos planificadamente.

Las consecuencias de los crímenes ambientales de Chevron no son parte del pasado. Aunque la corporación se haya retirado del país, las poblaciones de la Amazonía ecuatoriana siguen sufriendo y resistiendo a los efectos nocivos hasta el día de hoy.

Luego de 31 años de luchas, y a pesar de que hay una sentencia judicial que obliga a Chevron a pagar 9.5 mil millones de dólares por las 30 mil personas damnificadas, al día de hoy no hay justicia. La sentencia sigue sin cumplirse.

Te invitamos a escuchar este nuevo episodio de “Ojos que no ven, corazón que siente”.