¿Quiénes son los defensores del ambiente y de los derechos humanos?

Por Juan Almendares (Amigos de la Tierra América Latina y Caribe)

Honduras es considerado uno de los países mas violentos y con mayor violación de los derechos humanos en el mundo. Su tasa de impunidad llega a ser mas del 90%, lo cual indica que el Estado no garantiza el respeto a los derechos humanos.

Los asesinatos de Berta Cáceres, miembros del COPINH, MILPAH, OFRANEH, pueblo Tolupán y los dirigentes campesinos, entre ellos Margarita Murillo y los miembros de la Plataforma Agraria del Aguan, son indicadores de la violencia y la impunidad que está ocurriendo en Honduras.

La injusticia y desigualdad en Honduras se refleja en la concesión de más del 30% del territorio nacional al extractivismo minero e hidroeléctrico, al incremento del monocultivo y exportación de agrocombustibles; esta expansión económica está garantizada por la militarización estructural del país, que lo convierte en un verdadero estado policial militar. A lo cual se suma la presencia de bases militares estadounidenses y cuerpos policiales internacionales, así como sicarios y paramilitares. El proceso de privatización de la salud y la educación así como la crisis en la institucionalidad del país donde las leyes tienen un alto carácter represivo se prioriza en lo militar con menoscabo del gasto social en salud y educación.

Ante la denuncia de la organización británica Global Wittnnes que ha circulado en los medios nacionales e internacionales acompañada de los testimonios que han dado los pueblos originarios, entre ellos MILPAH, OFRANEH, COPINH y el pueblo Tolupán, quienes han sido objeto de estigmatización y discriminación por algunos funcionarios públicos, privados y organizaciones que se identifican como defensores del medio ambiente, me permito señalar los siguientes aspectos:

* En primer lugar queremos hacer un llamado urgente a la solidaridad internacional con los dirigentes de estas organizaciones que valientemente han estado arriesgando su vida en defensa de los bienes comunes y de la Madre Tierra, dado que tienen un alto riesgo de continuar siendo objeto de persecución, amenazas, tortura, tratos crueles inhumanos y degradantes, y potencialmente ser asesinados. En consecuencia expreso mi preocupación ya que hemos recibido por años testimonios de las múltiples violaciones de los derechos humanos y ambientales de estos sectores.

* El segundo aspecto es que no debemos confundir a los que se llaman ambientalistas con quienes son los verdaderos defensores de los derechos humanos y del ambiente. Lo anterior se explica al hacer un análisis más profundo de la realidad en que viven nuestros pueblos. Debemos partir de una realidad ecológica y social que se agrava a partir del golpe de Estado militar de 2009.

¿Por qué hemos vendido este país a las multinacionales?

Al entregar nuestras montañas, ríos y mares en un proyecto de colonización y neo colonización que algunos llaman neoliberalismo y que otros consideran modernización capitalista del Estado, cuyas expresiones se reflejan en una guerra total contra nuestros pueblos, que se manifiesta en lo militar en lo económico, cultural, mediático y en el fundamentalismo religioso, cuyo fundamento económico y político es el despojo de las comunidades de sus territorios que no es más que acumulación capitalista por desposesión y que se ha logrado mediante la entrega de la soberanía nacional, la corrupción en las instituciones de salud y las alianzas entre las empresas del Estado y las empresas multinacionales.

Esto contradice totalmente lo que se ha llamado el desarrollo sustentable a tal grado que estos proyectos lo que han producido es un retroceso histórico en la cultura, destrucción ambiental, empobrecimiento, explotación, racismo, exclusión social, en la pérdida de la dignidad e identidad cultural.

El proyecto energético de Honduras es una estrategia dominante multinacional basada en 40 empresas hidroeléctricas, así como en la inversión de empresas térmicas y otras malas inversiones que se han gestado en el último decenio. La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) fue concesionada en un 50% a una empresa colombiana, la energía eléctrica es más cara que antes y sigue sin llegar a las comunidades más pobres, por otro lado las empresas mineras han contaminado el ambiente produciendo enfermedades y acumulando capital a expensas de la muerte.

Estos procesos inhumanos han sido justificados por los falsos ambientalistas diciendo que son procesos científicos y académicos en favor del desarrollo y señalando que los indígenas, campesinos y defensores de derechos humanos son enemigos del desarrollo y del país.

Bien sabemos que estas concepciones no corresponden a una visión académica, ética y científica basada en un real desarrollo de los pueblos. Al respecto manifestamos que son las comunidades organizadas y movilizadas que han dado una lucha comprometida en la defensa del ambiente y los derechos humanos; con mucho dolor expresamos que la academia en Honduras ha hecho aportaciones muy pobres y que en diversas situaciones han sido cómplice en la venta del país. La ciencia y la técnica no están separadas del poder, por lo tanto de la corrupción y dominación de nuestros pueblos, por eso se demanda una ciencia que tenga conciencia y respeto a la vida y a los derechos de la Madre Tierra.

En mi calidad de defensor de derechos humanos expreso nuestra solidaridad con los pueblos originarios, lencas, garífunas, tolupanes, campesinos y con los verdaderos luchadores del ambiente y de los derechos humanos.