Justicia climática y energía
El mundo enfrenta dos desafíos relacionados que amenazan la vida y el sustento de millones de personas: el cambio climático y la crisis energética mundial. La principal causa de estos desafíos es nuestro nivel de consumo de energía insustentable que utiliza grandes cantidades para la producción y el transporte. Una clave para solucionarlo es el derecho de las comunidades a elegir sus fuentes de energía sustentables y a desarrollar un nivel de consumo saludable. También existe la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y que toda la gente comparta los recursos de forma equitativa dentro de límites ecológicos. Amigos de la Tierra Internacional trabaja por la justicia climática y la soberanía energética mediante campañas y proyectos proactivos y comunitarios.
Justicia económica y resistencia al neoliberalismo
El concepto de justicia económica parte del reconocimiento de que los sistemas económicos constituyen formas de organización de la vida social y que deben estar diseñados pensando en la construcción de sociedades sustentables y para las necesidades de los pueblos. Desde esta perspectiva de transformación, el programa de Justicia Económica y Resistencia al Neoliberalismo plantea una fuerte crítica al sistema capitalista y a todos los componentes que forman este sistema. Así, la arquitectura de la impunidad construida alrededor de las empresas transnacionales es el foco de acción del programa, buscando visibilizar, resistir y transformar las bases de esa arquitectura que se alimenta de las agendas comerciales y de libre inversión y sus diferentes envases (tratados de libre comercio, acuerdos megarregionales, tratados de promoción y protección de inversiones, contratos inversionista-Estado), de las instituciones ilegítimas creadas para sellar el poder e impunidad de las empresas transnacionales (sistemas de arbitraje inversionista-Estado, cortes internacionales de inversión, entre otros), de los organismos financieros internacionales que proponen recetas regresivas y de ajuste en contra de los pueblos (FMI, BM y otros regionales).
El Programa EJRN reconoce en las empresas transnacionales el actor por excelencia que se beneficia de esta arquitectura y consolida su captura de la economía, la producción, la política, los territorios y, en definitiva, de la democracia. Las formas en que esta arquitectura, sus actores e instituciones impactan en los pueblos son diversas y complejas y van más allá de los temas abordados en el Programa por eso es que se hace necesario generar vasos comunicantes con los principales énfasis programáticos de los otros programas presentes en ATALC y con otros temas que son transversales a todos los programas, como por ejemplo la perspectiva de género.
La crítica al sistema capitalista y su arquitectura de la impunidad, nos impone pensar en formas de trasformar la economía y cambiar el sistema que pongan en el centro a los pueblos, la satisfacción de las necesidades genuinas de las personas, que respetan las dinámicas de la vida comunitaria, realizan un empleo sustentable de los recursos y bienes comunes y que tengan como fin último la mejora de las condiciones de vida de los pueblos en una perspectiva que protege y respeta los Derechos Humanos.
Desmantelamiento del patriarcado y Justicia de Género
Entendemos que el cambio de sistema es la clave para la transformación de nuestras sociedades y la justicia de género y el desmantelamiento del patriarcado son elementos esenciales para lograr este cambio transformativo. En otras palabras, creemos que la justicia social y ambiental se hará realidad en la medida que impugnemos y desmantelemos el sistema de opresión fundado en el patriarcado, la división de clase, el capitalismo, el racismo, el (neo)colonialismo y la heteronormatividad, que son opresiones sistémicas que se refuerzan mutuamente a través de la explotación de nuestros cuerpos, trabajo, territorios y de la naturaleza.
Los sistemas opresivos no funcionan por sí sólos ni compiten entre sí; están interconectados y se refuerzan mutuamente. Esto también se conoce como “interseccionalidad”. A través de esta interconexión, las élites de la sociedad se aferran a su poder económico, político y/o social oprimiendo y explotando a las mayorías: la clase trabajadora, las mujeres, las personas transgénero o de identidad no-binaria, las personas de color, pueblos originarios y las personas de etnias no dominantes.
Aunque se disfraza de “progreso” y “desarrollo”, el capitalismo neoliberal – la modalidad actual del capitalismo del libre comercio y el libre mercado – es un sistema que funciona en base a la desigualdad y por lo tanto genera y perpetúa la opresión. El capitalismo neoliberal mercantiliza y monetiza todo, incluso la naturaleza, las relaciones entre los pueblos, y entre los pueblos y sus territorios, y el trabajo y los cuerpos de las mujeres.
Afirmamos que el feminismo anticapitalista popular es esencial para lograr la igualdad, la justicia de género y el cambio de sistema. El feminismo anticapitalista popular tiene una perspectiva de clase, se construye desde las bases, y está arraigado en las experiencias colectivas de mujeres, de lo local a lo global y entre lo rural y urbano. Es un feminismo relevante para todas/os y representativo de la diversidad regional y las distintas realidades.
Soberanía alimentaria
Hay más de 860 millones de personas que sufren hambre en el mundo. La producción de alimentos tradicional como la agricultura a pequeña escala, que apuntan a alimentar a la gente local, está siendo destruida y reemplazada por una agricultura a gran escala creada por agro-empresas transnacionales. La crisis climática plantea una amenaza adicional a la producción de alimentos. Es necesario que construyamos sistemas mundiales de alimentación basados en soluciones agrícolas diversas y localizadas. Se debería permitir a la gente a decidir y controlar sus propios sistemas de alimentación. Esta forma de agricultura también ayuda a las comunidades a tener más resiliencia al cambio climático. Amigos de la Tierra apoya a los pequeños agricultores como resistencia al poder empresarial que destruye su sustento y trae a sus comunidades hambre y conflictos. Ayudamos a construir puentes entre la gente y sus alimentos; entre aquellos que producen y consumen alimentos.
Bosques y biodiversidad
Los bosques del mundo están en problemas. La privatización, el aumento de las exportaciones y la liberalización comercial internacional han llevado a crecimientos masivos de plantaciones a gran escala, que no son bosques, utilizadas para producir y exportar madera, pulpa y aceite, entre otros. También, esto ha aumentado la demanda de la carne, maderas exóticas y cosechas como las de soja y palma. Todas estas presiones se cuentan entre las causas directas y subyacentes que han llevado a la desaparición de la mitad de los bosques del mundo.
Necesitamos proteger los bosques puesto que proveen el sustento de muchas comunidades locales, comunidades afrodescendentes, garífunas y pueblos indígenas. Los bosques almacenan carbono y regulan nuestro clima, por lo que son fundamentales en nuestra lucha contra el cambio climático. Además albergan algunos de los hábitats más diversos en especies de la Tierra. Los grupos de Amigos de la Tierra Internacional trabajamos con comunidades locales para preservar los bosques y mantener sus derechos colectivos a administrar los bienes naturales comunes de los bosques y asegurar una vida sustentable. Hacemos campañas contra financiarización, plantaciones industriales a gran escala, producción de monocultivos y la comercialización de bosques y biodiversidad.
Tenemos conciencia de que son las comunidades locales quienes en interacción con los bosques han mantenido la biodiversidad de este planeta. Que esta apuesta se traduce en prácticas de manejo comunitario de bosques y Agroecología en las que vemos reflejadas prácticas que tienen que ver con nuestra forma de entender y vernos en el mundo, nuestra cultura y el ejercicio de nuestra espiritualidad.
Un eje transversal a nuestro trabajo es el reconocimiento del papel histórico que las mujeres tienen en los procesos de manejo comunitario los bosques, sus liderazgos, conocimientos y formas organizativas. Apostamos a la construcción de autonomía de las mujeres que implica cuestionar las relaciones sociales de opresión, explotación o desigualdades entre hombres y mujeres.
Defensores de los derechos humanos
En todo el mundo se ven amenazados los derechos humanos de campañistas ambientales y comunitarios. Gracias al importante trabajo de grupos como Global Witness y el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la situación de los defensores de derechos humanos podemos apreciar con mayor claridad el alcance total y la gravedad de esta situación. Amigos de la Tierra trabaja para que haya justicia para los afectados y para generar conciencia con el apoyo de la Unión Europea.
¿Por qué sucede esto?
Una mayor demanda y competencia por los recursos naturales ha tenido como resultado un aumento del acaparamiento de tierras, de la explotación de los recursos y de los intentos para privatizar los bienes gestionados por las comunidades. Los activistas y periodistas que tratan estos temas son arrestados ilegalmente, acosados, reciben amenazas y allanamientos. Además, los asesinatos y desapariciones son alarmantemente comunes. El informe de Global Witness titulado “A Hidden Crisis” (Una crisis oculta) establece que en esta última década se produjo en promedio una muerte por semana. Los responsables de estos abusos en general operan en nombre de gobiernos nacionales o empresas transnacionales. La información sobre estos abusos es demasiado escasa como para saber si esta tendencia está empeorando. Los mecanismos de información se han vuelto más sofisticados y la conciencia sobre los derechos ha aumentado en varias partes del mundo, pero la comprensión sobre lo que sucede sigue siendo un problema. La magnitud del problema es en su mayor parte invisible ya que monitorear la situación a nivel mundial es muy difícil: el número relativamente pequeño de incidentes reportados en África y Asia Central, por ejemplo, es un indicador de esto. Los gobiernos locales, municipales, regionales e incluso nacionales han vuelto a redactar leyes para legitimar las atroces violaciones de derechos, proveyendo un marco legal para estos abusos. Los grupos miembro de Amigos de la Tierra continúan trabajando. Por favor manténganse alertas para saber cómo pueden ayudar a difundir este tema y ofrecer su apoyo.