Como era previsible desde el golpe de Estado, la imposición de el gobierno neoliberal de Juan Orlando Hernández en Honduras, y las múltiples irregularidades que tuvieron lugar para una elección a todas luces ilegal e ilegítima, el pueblo hondureño vive momentos críticos.
En esta ocasión, y luego de nuestros llamados a la solidaridad internacional y denuncias públicas por la imposición de la violencia propia del modelo neoliberal en Honduras, instamos a los procesos y movimientos de todo el mundo a acompañar a las/os miles de hondureñas/os que ante el acrecentamiento del despojo territorial y el advenimiento del modelo devastador del extractivismo están abandonando sus territorios.
La criminalización, el asesinato y la persecución al pueblo para consolidar el modelo favorable al aparato corporativo transnacional que el gobierno neoliberal de Honduras representa, ha sumido en una crisis humanitaria al país y ha generado una migración masiva en busca de nuevas oportunidades. Aunque la solidaridad de los pueblos de los hermanos países ha permitido algún alivio a las miles de personas que abandonan Honduras para salvar sus vidas, también es necesario contar con soluciones de fondo para el mediano y largo plazo, y sobre todo para asegurar la permanencia territorial de todas/os aquellas/os luchadores/as por los territorios.
Como Amigos de la Tierra América y el Caribe -ATALC- y desde nuestro compromiso para la construcción de la justicia ambiental, social, económica y de género, instamos nuevamente a la comunidad internacional a realizar acciones efectivas de solidaridad para la protección de la vida y la integridad de las/os migrantes. Sabemos que esta no es una situación exclusiva de Honduras, pero también tenemos claridad que en este país mesoamericano la pobreza y la persecución a la que le ha llevado el modelo neoliberal han agravado las condiciones y generado esta crisis.
Sabemos que por grandes que sean los esfuerzos solidarios de las organizaciones y procesos en los países que reciben a las/os migrantes, esta situación no tendrá una solución cercana de continuar las acciones criminales que tienen lugar en Honduras y a las que la población se ve enfrentada en la cotidianidad de la vida. Tampoco será posible cambiar esta situación si se mantiene la impunidad frente a los criminales que despojan los territorios y asesinan a sus defensores/as, como en el caso de la compañera Berta Cáceres. Por eso, nuestro llamado a la justicia y nuestra solidaridad con el pueblo de Honduras.
Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe – Octubre 23 de 2018