Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe -ATALC- manifiesta su gran preocupación por la ola de incendios que se presenta en la Amazonia brasileña y las decisiones del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro que avanzan en dirección de profundizar las consecuencias y devastación.
Territorios ancestrales de los que depende un número aproximado de 900.000 indígenas de 305 pueblos, y el conjunto de la selva amazónica que transporta cantidades cercanas a los 20 millones de toneladas de agua hacia toda América, están bajo la amenaza de políticas ajenas a toda racionalidad y sensibilidad ambiental, auspiciadas por el presidente de Brasil, quien se ha autodenominado como “el capitán motosierra”. La política de Bolsonaro promueve la deforestación y así amenaza la garantía del ciclo del agua para cada uno de nuestros países.
Cabe destacar que con la llegada del gobierno del neoliberal Bolsonaro, se anunció la combinación de los ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, en una contundente muestra del intento de entregar la protección y conservación de la Amazonia a los impulsores de la agroindustria. De otra parte, el ultraderechista ha cuestionado los datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial -INPE, por su sigla en portugués-, entidad encargada en este caso de hacer seguimiento a la situación amazónica, y retiró de su dirección al físico Ricardo Galvao quien publicara las impresionantes cifras de deforestación señalando que en el último año la tasa aumentó en un 278%. En el puesto de dirección del INPE Bolsonaro nombró a un oficial de la Fuerza Aérea brasileña.
La Ministra de Agricultura Tereza Cristina ha sido señalada de dirigir el lobby de los terratenientes en el Congreso. Son estas las manos en las que se encuentra la protección y cuidado de los ecosistemas esenciales que regulan ciclos ambientales de la Amazonia brasileña, uno de los lugares más importantes del y para el mundo en materia ambiental.
Ahora bien, como red de organizaciones ambientalistas que trabajamos por la justicia ambiental, social, económica y de género, rechazamos las afirmaciones del presidente de Brasil según las cuales son las ONGs ambientalistas quienes se encuentran atrás de la ola de incendios reportada como la más grave y devastadora de los últimos cinco años. Como se ha dado a conocer por diferentes medios de comunicación, los terratenientes a quienes las políticas del gobierno pretenden favorecer, han realizado acciones como “el día del fuego” y han afirmado que sus acciones de acumulación económica dependen de la posibilidad de tumbar selva.
Este tipo de afirmaciones criminalizan la labor de las organizaciones y ponen en riesgo la vida de las/os defensores/as de los derechos de los pueblos, que como se sabe en países como Brasil en particular, y en América Latina y el Caribe en general, son asesinados de manera indiscriminada por sus acciones de movilización y defensa territorial.
La tragedia que se está viviendo en la Amazonia brasileña es de toda nuestra incumbencia, y no obstante los esfuerzos de la ultraderecha brasileña por distraer la atención de las causas estructurales de la devastación, deforestación y de lo que pueda estar atrás de la ola de incendios, continuaremos trabajando para denunciar y enfrentar las políticas que atentan contra territorios como los amazónicos y afectan la vida en el continente y en todo el mundo.
Amigos de la Tierra América Latina y el Caribe -ATALC. Agosto 22 de 2019.
Imagen tomada de www.brasildefato.com.br