Declaração dos Movimentos Sociais Cúpula Social do Mercosul
Río de Janeiro, 4 y 5 de diciembre de 2023
Nosotros, los movimientos y organizaciones de la sociedad civil participantes en esta Cumbre Social del Mercosur, saludamos la reanudación de este espacio presencial de debate, encuentro, proposición y, sobre todo, incidencia en las decisiones y rumbos de la integración regional, después de siete años de interrupción y de atravesar un contexto de amenazas y retrocesos democráticos, una pandemia y el agravamiento de una profunda crisis civilizatoria internacional.
En América Latina y el Caribe, durante el siglo XXI hemos vivido un intenso proceso de cambios políticos a nivel continental que ha modificado nuestra posición como región a nivel global, y nos queda la urgencia de construir procesos de soberanía y unidad, consolidando una región donde se prioriza garantizar el respeto a los derechos de las personas.
La integración regional latinoamericana es actualmente una posibilidad real, dados los cambios tecnológicos y geopolíticos que se están produciendo en el mundo. es también una importante posibilidad de construir una ruta de desarrollo alternativa, solidaria, soberana y sostenible, que pueda resolver las graves desigualdades estructurales existentes en nuestros países. De ser así, resulta fundamental desde el punto de vista político viabilizar esta integración, de la cual la consolidación del Mercosur es sólo un buen comienzo. Los gobiernos, las sociedades y los movimientos sociales del Mercosur deben estar juntos en esta tarea.
Esta Cumbre Social se presentó como un momento oportuno en el que las organizaciones de la sociedad civil expresamos y exigimos nuestro reclamo histórico de detener el Acuerdo UE-MERCOSUR, cuya implementación significaría la profundización del modelo capitalista, extractivo, colonialista, patriarcal, racista, fortaleciendo a las élites más retrógradas y violentas en nuestra región, amenazando el medio ambiente y la sociobiodiversidad y poniendo en riesgo la soberanía de nuestros pueblos y territorios.
Los movimientos sociales aquí reunidos en esta Cumbre exigimos, luego de derrotar el ALCA en 2005, como conquista de nuestra lucha, que fueran creadas cumbres sociales y contribuimos a su construcción. Lo que fortalecemos conjuntamente como prioridad para el futuro del Mercosur es una perspectiva de integración radicalmente comprometida con el enfrentamiento de la erosión democrática en nuestros países y sustentada en una agenda que incluya como tema central la participación social y la escucha vinculante de voces y pueblos en los territorios, y en su diversidad.
Necesitamos retomar, evaluar y avanzar en la construcción de procesos de participación social en el Mercosur, asegurando la institucionalización de espacios y mecanismos, con financiamiento que asegure condiciones efectivas de participación para la diversidad de voces y movimientos de la región. De tal manera que la dinámica de participación no sea vulnerable a cambios de situación y correlación de fuerzas y no esté sujeta a decisiones autoritarias u ocasionales de algunos gobiernos antidemocráticos.
Este compromiso se convierte en una prioridad en un contexto de avance de fuerzas antiderechos, conservadoras, fundamentalistas y económicas que utilizan la violencia política, la violencia de género y la violencia contra la diversidad y los discursos de odio produciendo amenazas reales y graves violaciones en nuestros países a la participación, la lucha y la propia vida de las y los defensores de derechos humanos y la criminalización de las causas que defienden. En esta cumbre planteamos gran preocupación y exigimos que en el ámbito del Mercosur se fortalezcan los instrumentos de garantía y protección de los derechos humanos como principio inviolable para los gobiernos y los distintos actores. Asimismo, instamos a los países del Mercosur a respetar irrestrictamente la Declaración Sociolaboral y los acuerdos de la OIT para garantizar los derechos y la protección social del trabajo y promover la democracia.
Necesitamos avanzar en el Mercosur, en camino hacia la consolidación de la integración regional con profundización de la democracia y el compromiso para enfrentar la financierización de la naturaleza y el cambio climático, la lucha contra el hambre, el fortalecimiento de la agricultura familiar y la garantía de la soberanía alimentaria, el pleno derecho a la salud y la vivienda, la superación de las desigualdades raciales, étnicas, económicas y de género que afectan a la población LGBTQPIAN+, la reparación de los crímenes del colonialismo racista y la demarcación de tierras indígenas y quilombolas. De un MERCOSUR que, en definitiva, ponga el cuidado y la vida en el centro.
¡Declaramos nuestra solidaridad con los pueblos indígenas y quilombolas que resisten en la defensa de sus territorios, con el pueblo cubano que resiste el bloqueo económico y con toda nuestra voz nos solidarizamos con la lucha del pueblo palestino!
Fotografía: Ecologistas en Acción.